martes, 17 de diciembre de 2013

Solsticio de invierno, perspectiva helena

Los antiguos griegos durante el invierno celebraban el nacimiento de Dionisos. El Dionysos "salvador " y apokaloutan "bebé", que nació de la virgen Sémele. Él fue el gran "pastor" cuyos sacerdotes celebraban con la vara pastoral, como hizo Osiris. En invierno era llorada la muerte de Dioniso por los Titanes, pero el 30 de diciembre se celebra el renacimiento de la deidad. En esta festividad, las sacerdotisas subían a la parte superior de la montaña sagrada y gritaban alegremente la celebración del recién nacido "Dionisio renacido. Dionisio vive ".


Esta antigua fiesta griega, también se identificó con la celebración del Sol, que fue deificado por los pueblos antiguos. Específicamente  en los griegos, se identificó con los luminóforos Apolo y Helios, el sol, que fueron representados en un carro volador distribuyendo la luz solar. Los pueblos antiguos describen el movimiento del Sol como la vida de un hombre que nació en los albores del sol de invierno, que creció poco a poco a medida que las horas que tardaba el sol en pasar por toda la tierra transcurrían, y morir o ser resucitado en marzo, el día del equinoccio de primavera, que simboliza con ello la regeneración  del reino de las plantas a través de la matriz de la Tierra. El Solsticio de Invierno se celebra el comienzo del invierno (del 22 al 25) desde el cual el sol comienza a subir poco a poco hasta que el día es igual a la noche, alcanza la igualdad en marzo. Entonces el sol vence a las tinieblas, y cuando llega la primavera, esta estación trae el renacimiento de la naturaleza.

 

Saturnalia (Solsticio de Invierno)

En torno al solsticio de invierno los romanos celebraban una de sus fiestas más gratas, las Saturnales, en honor de Saturno, divinidad agrícola protectora de sembrados y garante de cosechas. Prestigiaba la memoria de este dios (que andando el tiempo habría de identificarse con el Crono helénico y el púnico Baal) su papel como señor del universo en la mítica Edad de Oro, cuando dioses y hombres convivían en libertad y gozosa armonía en una naturaleza de infinita generosidad.

Por tales y otros méritos en pro del bienestar se le erigió un templo en el Foro, al pie del Capitolio, que sería depositario (cual signo de la prosperidad del Estado) del Tesoro Público, bajo la atenta vigilancia de los cuestores. Allí la estatua imponente de este dios barbudo, que blandía una hoz en la mano, sufría un singular cautiverio, pues una cinta de lana, a modo de grillete, rodeaba el pedestal de la estatua para impedir que abandonase Roma y la privase de su buena sombra. Sólo al llegar las Saturnales quedaba libre de las ligaduras.

Hasta la dictadura de Julio César, la fiesta se celebraba el 17 de diciembre, día en que los senadores y los caballeros romanos, aderezados con sus togas ceremoniales, ofrendaban al dios un gran sacrificio, seguido, como era costumbre, de un banquete público que culminaba con el grito de Io Saturnalia. Pero el gran estratega debió de considerar que una sola jornada era escasa honra, y prolongó las Saturnales hasta el día 19. Siguieron su ejemplo Augusto y Calígula, que añadieron sendos días, y Domiciano cerró la ampliación el día 23 de diciembre. Por tanto, a finales del s. I d. C. las Saturnales duraban una semana completa, consagrada especialmente al regocijo y la convivencia. Contribuía a ello la suspensión de numerosas actividades públicas: la escuela, el Senado y los tribunales de justicia interrumpían sus funciones; se liberaba a los prisioneros, que agradecidos depositaban las cadenas en el templo de Saturno; y hasta se aplazaba la ejecución de las penas capitales.

Los romanos intercambiaban regalos y visitaban a amigos y familiares. Eran fiestas de excepcional permisividad, pues actitudes prohibidas o inusitadas durante el resto del año recibían licencia en las Saturnales. Dormitaba, por ejemplo, la ley, severísima, sobre los juegos de azar, y los romanos veían crecer o mermar su patrimonio en el juego de los dados, las tabas y la lotería. Pero nada más llamativo (y carnavalesco) que el protagonismo que adquirían los esclavos.
Terminaban las Saturnales, según lo dicho, el 23 de diciembre. Pero he aquí que en el año 274 el emperador Aureliano, preocupado por el sincretismo religioso, introdujo el culto siríaco del Sol Invicto, cuyo natalicio se celebraba el 25 de diciembre, cuando el sol, superado el solsticio, recobra su poderío de luz en los días. En él reconocieron casi todas las sectas a su suprema divinidad, especialmente los muchos seguidores de Mitra. La turba de dioses, propios y extraños, que había hallado acogida en Roma acabaría reduciéndose a este «Sol Señor del Imperio Romano».

Esta suerte de monoteísmo solar, cuyo culto había estado precedido por las fiestas en honor de Saturno, allanó el camino al Cristianismo no sólo para establecer (por oposición al paganismo) la fecha del natalicio de Jesucristo, sol de justicia, sino también para la celebración de unas fiestas prolongadas en las que, como los romanos de entonces, los cristianos de ahora se afanan en compartir la alegría, aumentar la hacienda y cumplir con los regalos, a la vez que se entregan con desenfreno a opíparas mesas.
Terminaban las Saturnales, según lo dicho, el 23 de diciembre. Pero he aquí que en el año 274 el emperador Aureliano, preocupado por el sincretismo religioso, introdujo el culto siríaco del Sol Invicto, cuyo natalicio se celebraba el 25 de diciembre, cuando el sol, superado el solsticio, recobra su poderío de luz en los días. En él reconocieron casi todas las sectas a su suprema divinidad, especialmente los muchos seguidores de Mitra. La turba de dioses, propios y extraños, que había hallado acogida en Roma acabaría reduciéndose a este «Sol Señor del Imperio Romano».


Esta suerte de monoteísmo solar, cuyo culto había estado precedido por las fiestas en honor de Saturno, allanó el camino al Cristianismo no sólo para establecer (por oposición al paganismo) la fecha del natalicio de Jesucristo, sol de justicia, sino también para la celebración de unas fiestas prolongadas en las que, como los romanos de entonces, los cristianos de ahora se afanan en compartir la alegría, aumentar la hacienda y cumplir con los regalos, a la vez que se entregan con desenfreno a opíparas mesas.

Cronos/Saturno

Hijo de Gea y Urano, es el menor de los titanes y padre junto a Rea de Zeus, Poseidón, Hades, Hera, Démeter y Hestia.
Dios del tiempo inexorable así como de la cosecha desde tiempos preolímpicos, por ello su atributo principal era la hoz, con la que castró a su padre.
Tras perder la batalla contra sus hijos, Cronos fue desterrado al Tártaro o; según otras versiones, a gobernar los Campos Elíseos.
En Grecia se celebraba una fiesta de la cosecha en su honor conocida como Hekatombaion y en Roma se celebraba la Saturnalia, fiesta que corresponde al día de hoy.



Afrodita

Diosa del amor, de la belleza femenina, de la atracción física y de la sexualidad. Conocida como Hetera en su papel como diosa de las prostitutas. Normalmente va acompañada por Eros (más conocido por su nombre romano, Cupido), personificación de la pasión.


Démeter

Diosa de la agricultura, los cereales, la fertilidad y de las estaciones.
Por otra parte también es diosa del matrimonio aunque la deidad del matrimonio por excelencia sea la diosa Hera)y de los ciclos vitales.
Madre de Perséfone y del caballo Arión debido a la unión con dos de sus hermanos, Zeus y Poseidón.



Zeus

Es el padre de los dioses, marido de Hera, emperador de todo, es el dios de los cielos, el rayo trueno y relámpago, dios junto a su hermano Poseidón de las tormentas y las nube y rey del Olimpo. Sus atributos son la águila, el toro y el centro.


Hestia

Diosa del fuego, de la llama sagrada del Olimpo la cual custodia, de las vírgenes, del hogar y todo lo que tiene que ver con el. En Roma se le adoraba como Vesta, y se crearon las vestales, unas sacerdotisas que custodiaban el fuego sagrado de Vesta en su templo, como representación del trabajo de la diosa en realidad, esta forma de devoción se a alterado un poco hasta hoy, pero entre los helenos de cierta forma se sigue celebrando.


Dioniso

Dios del vino, de la viña, de la embriaguez, los impulsos humanos incontrolables y del éxtasis ritual.
A parte de esta faceta del dios que encarna la "fiesta" en sí, también tiene otros atributos como es el de dios del teatro, de las plantas exuberantes y los frutos exóticos, debido a que también es un dios de la fertilidad.

 

lunes, 2 de diciembre de 2013

Nuevo símbolo

Nuestro templo ya tiene símbolo!!! Esperemos que sea de vuestro agrado.
Esta formado por tres partes:
-La laureada: Símbolo por excelencia del culto helénico.
-La triqueta: Símbolo de la diosa Hécate así como representación propia de nuestra Triada Capitolia y símbolo de la Wicca.
-"A-Ω":Lema griego cuyo significado es: De principio a fin.

Atenea

Es la última, pero no la menos importante, de las tres divinidades que forman nuestra "Triada Capitolina".
Athenea, una de las más importantes diosas griegas, es una diosa virgen, como su hermana Artemisa, es diosa de la sabiduría, que normalmente se le representa con un búho, es diosa de los olivos, de la artesanía, de la victoria cuando ejerce su papel de Niké, es diosa de la retorica, a la vez, que es diosa de la guerra astuta y estratégica.
El poder que tenía esta diosa era de tan gran magnitud que hasta se decía que ganaba en el ámbito bélico al mismo Ares, dios de la guerra. Pero aun así ella nunca proponía la guerra como primera solución a los conflictos, si no como la última, después de que la acción verbal no surgiera efecto.
En este templo le damos la máxima importancia a esta diosa debido que encarna los valores del mismo templo: Sabiduría, dialogo y paciencia ante todo.


Poseidón

Padre de nuestro templo, es dios sobre todas las aguas tanto las dulces como las saladas, es rey de todas las criaturas del medio acuático,junto a su hermano Zeus, es el dios de las tormentas, las lluvias y de las tempestades, también es dios de la fertilidad que enriquece todas las tierras. Con su enorme tridente movía la tierra creando terremotos, volcanes, continentes e islas. Por todo ello, se puede considerar Poseidón como un dios elemental, de los cuatro elementos, ya desde su lado mas pacífico como es una simple lluvia, hasta su lado más feroz como un devastador huracán.
Por ello se podría decir que comparte cierta similitud con otros dioses del norte como son Niord, Cernunos y Mananman.


Hécate

Es una de las divinidades patrona de nuestro templo, es deidad de la noche, la luna, el fuego, la vida y la muerte, el renacer, los perros, las puertas y ,sobre todo, diosa de la magia y reina de las brujas.
Es una diosa triple, por ello tiene una triple personalidad:
-La que podríamos llamar La Doncella o Artemisa: De esta personalidad recibe el poder sobre los perros, la juventud, la virginidad, la naturaleza y patrona de las mujeres.
-La que podríamos llamar Sélene, Démeter o Diosa Madre:
diosa de la vida, la fertilidad, de la tierra, del nacimiento y del renacer, así como de la luna en todas sus fases, especialmente, la negra y la llena.
-La que podríamos llamar Perséfone o La Anciana:
Se le llama ''anciana'' no porque tuviera en su rostro marcado el paso del tiempo, ya que a Perséfone se le presentaba como una doncella de extremada belleza, si no porque era diosa de los fantasmas, es decir, se encargaba de guiarlos hacia los campos elíseos (el cielo griego) o al inframundo, según lo que le correspondiera a cada uno. Por esta faceta también es diosa de los animales nocturnos como el búho o la serpiente, de las plantas aromáticas y curativas, también representa la sabiduría y, por ello, conoce todos los secretos de las artes mágicas




Nuestro altar

Parte central
En la parte principal del altar tenemos, de izquierda a derecha, la estatua de Atenea, Hera, Zeus, Poseidón, y al fondo una lamina de Hécate.

Parte occidental
Esta parte del altar está ocupada, de izquierda a derecha, por las estatuas de las diosas Fortuna, Justicia o Themis, Hestia, Afrodita y por ultimo, la de Artemisa.

Parte oriental
Esta parte está ocupada, de izquierda a derecha, por las estatuas de los dioses Hades, Apolo, Dionisio, Hermes, Efesto y Ares.

Faltan por añadir la estatua de Asclepio, Cernunnos y Ceres entre otras que iremos añadiendo a lo largo de este año.

¿Que es este templo?

Tanto si eres devoto de Hécate o de algún dios heleno, si eres wiccano o simplemente estas interesado en este tema, esta es tu página.Templo de Hécate y de el resto de los dioses helénicos (griegos) desde una perspectiva Wiccana.
Nuestra misión es hacer llegar la tradición helénica al panorama de las religiones en España. 

Actualmente no tenemos sitio real solo virtual, pero se espera que halla en un futuro próximo pero si que se están preparando quedadas para celebrar alguna festividad religiosa  helena, o simplemente para intercambiar opiniones .

No hace falta ningún tipo de  de preparación inicial  para pertenecer a esta comunidad, si no que consideramos que una persona ya esta preparada cuando ella cree y siente que lo esta, solamente que cuando una persona se hace miembro del templo recibirá un temario en el que aprenderá sobre los diferentes dioses que veneramos, meditaciones, como crear un altar, como hacer las celebraciones, ver que hay detrás de los mitos,etc.. una vez completado el curso consideramos que la persona ya esta lista para poder ser sacerdote/isa por ello si lo desea tras una pequeña prueba ( que puede ser que cree un ritual, que lo realice y que nos lo mande en forma de vídeo, por ejemplo) procederemos a nombrarle sacerdote con el titulo de sacerdote de la divinidad que tenga más cercana Ej: sacerdotisa de Hera.
Todo este proceso es totalmente GRATUITO.

Este templo está de forma virtual y el altar corresponde a una vivienda privada, por tanto de momento, no hay templo físico, pero si hay un número de iniciados que vinieran a las fiestas del templo se podría hablar de alquilar un local.
Bendiciones.

En resumen, esto es un templo consagrado a los dioses griegos, a sí como que tambien es un Coven Wicca por tanto, aquí también se celebran las fiestas Wiccanas como Yule o Shamain y fiestas Helenas como las de la luna de Hécate o como las fiestas de pan o Atenea.